Ciertos hábitos de vida, nos pueden llevar a una inflamación crónica o de bajo grado: El sedentarismo o falta de ejercicio físico, estrés, dieta inflamatoria, disbiosis intestinales, falta de sueño, desregularización de los ritmos circadianos, la toma de ciertos medicamentos, toxinas ambientales, tabaco, alcohol….
Este tipo de inflamación, que se sostiene a lo largo del tiempo, mantiene al sistema inmune en un estado de alerta constante, llegando a dañar órganos sanos y provocando el desarrollo de diferentes tipos de enfermedades, tales como: Diabetes tipo II, Obesidad, Hígado graso no alcohólico, Fibromialgia, Estrés, Depresión, Enfermedades autoinmunes, Cáncer, Enfermedades cardiovasculares, etc.
Engloba diferentes síntomas y disfunciones y como el nombre indica puedes tener quistes en los ovarios, pero también puedes no tenerlos.
SINTOMAS DE INFLAMACIÓN DE BAJO GRADO:
-Falta de energía para llevar tu día a día.
-Aumento de peso e incapacidad para perderlo.
-Problemas para conciliar y mantener el sueño.
-Ansiedad, estrés o depresión.
-Infecciones recurrentes.
-Dolor corporal.
Primero de todo, hacer una buena anamnesis, también podemos ver ciertos valores en analítica, como la Proteína C-reactiva de alta sensibilidad, la VSG o Citoquinas Proinflamatorias.
Podemos revertir esta situación y llevar a nuestro sistema inmune a un estado de no alerta, cambiando hábitos en nuestro día a día. Llevar una dieta antiinflamatoria con alimentos reales y no productos procesados, hacer deporte y tener una vida activa, respetar los ritmos circadianos “vivir de día, dormir de noche”, gestión del estrés, dormir las horas necesarias y revertir las disbiosis intestinales, en caso de haberlas. Por último, también se puede apoyar a todo este proceso con algún tipo de suplemento si fuese necesario.
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